¿Has oído hablar alguna vez de un SCOBY fermentosfrescos.es/? ¿No te suena como un personaje de dibujos animados? Es tu nuevo amigo en el universo del kombucha. Esta masa gelatinosa convierte el té dulce en una bebida gaseosa y ácida que todos disfrutamos. ¿Estás listo para sumergirte en ella?
Consigue un buen SCOBY. Considéralo como adoptar una nueva mascota. Querrás asegurarte de que el SCOBY esté sano y listo para usar. Un SCOBY en mal estado podría arruinar tu lote incluso antes de decir “fermentación”. Busca uno que sea espeso y de color blanco cremoso.
El té. Es mejor usar té negro o verde. Evita los aceites en los tés saborizados, ya que pueden alterar el proceso. Agrega azúcar cuando el té esté caliente. ¡Sí, azúcar! El azúcar es esencial para nuestro pequeño amigo microbio.
El SCOBY deberá enfriarse a temperatura ambiente antes de agregarlo. El SCOBY morirá si se calienta. ¡Nadie quiere caldo de kombucha! Vierte el té enfriado en un frasco. Desliza suavemente el SCOBY dentro.
Cubre el frasco con un paño y luego sujétalo con bandas elásticas. Esto evita que los huéspedes no deseados, como las moscas de la fruta, entren en el frasco y permite que circule el aire. El frasco debe colocarse en un lugar cálido, lejos de la luz solar directa.
La paciencia será clave. Déjalo reposar sin mover durante aproximadamente 7 a 10 días. Puedes echarle un vistazo de vez en cuando, pero evita moverlo o revolverlo.
¡Es hora de probar el SCOBY después de aproximadamente una semana! Extrae el líquido del SCOBY con una pajita. ¿Demasiado dulce? Dale más tiempo ¿Demasiado ácido? Puede que hayas ido demasiado lejos, pero no te preocupes. Simplemente agrega un poco de té dulce a la mezcla para equilibrarla.
Cuando estés satisfecho con el sabor, ¡es hora de guardar la botella! Retira el SCOBY de tu lote y reserva un poco de líquido inicial. Vierte tu kombucha en botellas con un embudo. Esto minimizará los derrames y el desorden.
¿Quieres burbujas? Agrega un poco de jugo de fruta o azúcar a las botellas antes de sellarlas. Déjalas a temperatura ambiente durante un par de días para que puedan carbonatar.
No olvides revisarlas. La carbonatación excesiva puede provocar que las botellas exploten, lo cual es una sorpresa desagradable que nadie quiere.
Finalmente, coloca las botellas en el refrigerador para detener la fermentación. ¡Luego puedes disfrutarlas cuando quieras!
Aquí tienes tu propio viaje de Kombucha casero. Diviértete preparándola.